¿Cómo jugar?
Al principio dale al niño tareas sencillas como amasar la harina con el agua. Acuérdate de enseñarle las cosas lentamente y siempre que uses palabras nuevas: remover, batir, machacar, etc. Más adelante, él podrá progresar hasta hacer algo por sí solo, como panecillos.
¿Qué se logra?
Cuando cocines o prepares la comida, deja que el niño participe todo lo posible en la actividad; hay muchos libros de recetas escritos especialmente para niños pequeños. Si te ayudan en la cocina, aprenden conceptos científicos, al tiempo que son útiles y se divierten; por ejemplo, la forma en que las diferentes cosas se disuelven en el agua, cómo las sustancias cambian con el calor y el frío, etc.
¿Qué necesitas?
Unos cuantos utensilios de cocina de tamaño adecuado para que los utilicen un par de manos pequeñas y un montón de tiempo y de paciencia.
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