Los espejos atraen mucho la atención de los pequeños. Si
tenemos uno grande en casa, podemos hacer este juego.
¿Cómo se juega?
-Nos situamos delante del espejo con el bebé en brazos, de manera
que él pueda mirarse al espejo cómodamente.
-Ahora llamamos su atención sobre lo que se ve en el espejo,
diciéndole algunas palabras cariñosas.
-Cuando hemos conseguido que esté atento, le sujetamos su
mano, se le levantamos y saludamos diciendo: “El bebé nos saluda con la mano”
-Podemos realizar movimientos distintos y cambiar de
posición.
¿Qué se logra?
Ayudarlo a descubrir su propio cuerpo.
Trabajar el reconocimiento de los movimientos propios de
cada segmento corporal.
Desarrollar la lateralidad.
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