A los bebés les encantan los juegos de sorpresas y
apariciones, siempre que éstas no sean bruscas y les puedan asustar.
¿Cómo jugar?
-Con el bebé acostado en su cuna, boca arriba, nos acercamos
a él, y desde el borde de la cuna lo saludamos y lo llamamos cariñosamente por
su nombre.
-Cuando ya ha advertido nuestra presencia, jugamos al juego.
-Para ello, delante de él, nos cubrimos la cara con las
manos, anunciando que no estamos: "¡No está!"
-A continuación, de repente, abrimos las manos diciendo:
"¡Sí está!"
-Se puede hacer lo mismo asomando la cabeza por uno u otro
lado de las manos o de la ropa, o variando nuestra situación respecto al bebé.
¿Qué se logra?
-Mejorar la percepción visual del bebé.
-Establecer relaciones y vínculos afectivos entre ambos.
-Fomentar la localización de sonidos y personas.
-Estimular la capacidad de anticipación del bebé.
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